24 de octubre de 2017

Arbores autumnales






Sin apenas ruido, sin su manto de hojas secas, solo en el bosque de palabras, volvió el Otoño con poco equipaje.

Entre la multitud y su propia intimidad, aguardando en un banco tembloroso y expectante esperaba el pistoletazo de salida. Sin reglas, ni ritmos. 
El Sol por montera se encargó de derretir el equinoccio, detener el tiempo y fusionar los pulsos. Mientras la Luna en espera, era la única espectadora del grandioso momento. 

Así el otoño encargado de calentar el corazón y eclipsar las almas se dejó achuchar. 

Y llegará la lluvia y su presencia empañará los cristales, pero el Sol se encargará de secar hasta la última gota y el viento juguetón despeinará la vida.

"Del Otoño aprendí que aunque caigan las hojas, el árbol sigue de pie y nuevas hojas vuelven a nacer con más fuerza"


Buena Caza!!



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